Centros de psicopedagogía que tratan con personas con discapacidad que muestran problemas en el reconocimiento de emociones en los demás y por lo tanto dificultades para ajustar su conducta a estas, también pueden ver se beneficiadas de los OKemos para aprender a reconocer las emociones en los otros.
Baja autoestima, inseguridad, vergüenza, emociones mal gestionadas pueden conducir a los niños a un autoaislamiento, a no responder con eficacia a situaciones complicadas, a no rendir adecuadamente en la escuela, etc. Esto puede llevar a ser el germen de un desarrollo emocional inadecuado y por supuesto causa de gran infelicidad.
El poder dar a los niños competencias emocionales para poder superar las situaciones difíciles que se les plantea es fundamental para un desarrollo óptimo de su personalidad.
Los OKemos proporcionan a los psicoterapeutas una herramienta útil como material clínico para la expresión de emociones. Además, por su enorme atractivo para los niños, funciona como reforzador durante la adquisición de cualquier tipo de aprendizaje.